Han sabido pensar la gastronomía, volver a hermanarla con la cultura; respetarla y conectarla con los saberes. Han permitido que muchos –muchísimos– la disfrutemos y saboreemos. Estas tres mujeres, que dirigen y dan vida a festivales y encuentros gastronómicos, son un portento en la historia de la gastronomía de Chile, Colombia y España. Ya era hora de un homenaje.