- TXT: Loreto Oda
- IMG: Macarena Álvarez
Carolina Bazán se detiene, mira e interviene. Lo hace de forma suave y delicada. Sin embargo, desde la barra del nuevo Ambrosía Bistró salen recetas power y con personalidad. Esta chef, que ha recibido múltiples reconocimientos –por su primogénito, el restaurante Ambrosía–, fluye completamente al momento de cocinar y montar sus bellos y sabrosos platos. Su sello no desaparece ni queda atrás. Porque hoy, La China llega con la misma fuerza de siempre. Aquí, su manifiesto.
Ser chef mujer cuesta mucho más, y ahora entiendo por qué hay tan pocas. Es súper difícil llevar una vida profesional y llegar bien arriba estando todo el día metida en el restaurante. Queda muy poco tiempo para tu vida familiar y cuesta mucho aceptar eso.
En mi cocina no puede faltar soya, Grana Padano, ajo, mirin y ají amarillo.
Uno de mis mandamientos en la cocina es usar la mayor cantidad de productos frescos, priorizar la crianza natural, no tapar los ingredientes y que sean de primera calidad.
La cocina es mi vida. Pienso, respiro, escucho y veo comida. Es todo.
Estoy súper asiática para mis cosas. Me encantan esos sabores, a pesar de que nunca he ido. Eso, porque estoy buscando el sabor. Me gustan todas las cocinas, pero en este minuto estoy aplicando ingredientes asiáticos porque ellos tienen súper resuelto el sabor, el umami, que es la perfección en boca, cuando no necesitas nada más.