Claudia Riquelme [49], Olga Mercado [53] y Juana [68], Rosa [61] y Angelina Naranjo [54] son eruditas del servicio de la vieja escuela: conocen al dedillo el nombre y las mañas de cada uno de sus clientes. Los encaminan con amabilidad desde que cruzan la entrada hasta que se sientan a la mesa, a paso corto y rápido, siempre parlanchinas. No anotan ni preguntan dos veces un pedido. Sus cuellos y puños lucen todo el tiempo impecables. Y se dan el gusto de preparar personalmente el pebre que le sirven a sus comensales.