¿Qué tienen en común un Margarita, un Bloody Mary, un White Lady y un Shirley Temple? Que todos, además de haber sido creados alrededor de la década de los treinta, nacieron inspirados por alguna mujer. Aquí las historias que dieron origen a estos cocktails que traspasan el tiempo.
BLOODY MARY / La reina María I de Inglaterra, que gobernó entre 1553 y 1558, es recordada por un triste récord: condenó a cerca de 300 protestantes a la hoguera durante su corto mandato, por lo que recibió el apodo de “bloody Mary” o “María sangrienta”. De ahí que muchos piensen que aquí nace el nombre de este rojizo y revitalizante cocktail. Fresco, salino, especiado y con el punch preciso de picor; es un infaltable en cualquier brunch y el mejor aliado para una resaca, gracias a su mezcla de jugo de tomate, limón, salsa inglesa, vodka, Tabasco y apio. ¿Su autor? Aunque hay varias teorías, la más aceptada indica que fue creado por el bartender estadounidense Fernand Petiot en Harry’s New York Bar en París, en 1920; el mismo que modificó la receta agregando más especias en 1934, mientras trabajaba en el King Cole Bar de Nueva York.
Bloody Mary
- 2 oz de vodka
- 4 oz de jugo de tomate
- 1 oz de jugo de limón
- 2 dash de Tabasco
- 2 dash de salsa inglesa
- 1 pizca de sal de apio
- 1 pizca de pimienta
- 1 tallo de apio
- Hielo
PREPARACIÓN
En un vaso mezclador, agrega el jugo de limón y todos los condimentos. Luego, el jugo de tomate. Mezcla, rectifica sabores y agrega el vodka. Revuélvelo y sírvelo en vaso largo con hielo. Decora con un tallo de apio.