Quién mejor que Matías Peredo para entregar en este minuto unos consejos. Esto, porque recientemente fue a representar a Chile en la final de Barcardi Legacy, donde participaron cerca de un millón y medio de recetas de todo el mundo. La idea era generar nuevos legados de cocktails tradicionales. Y este bartender participó con 1862 Flip, que lo llevó a estar entre los 8 finalistas. Además, tiene unos 20 años en el rubro y es uno de los socios del premiado bar Siete Negronis. Acá, sus recomendaciones para poder reflotar ciertos clásicos sin perder su ADN.
La simpleza de los ingredientes y el respeto por cada uno de ellos es fundamental. Es importante tomarle valor. Por ejemplo, el jugo de limón es oro para las barras, pero es muy maltratado. A veces encuentras limones que están oxidados o que están en una bodega a una temperatura que no es la adecuada. Esto es como en la cocina: con cosas simples puedes hacer maravillas si lo trabajas de manera correcta. Todos buscan ingredientes sofisticados, siendo que la gente todavía no los entiende. La frescura es la magia de los ingredientes.
Más que el producto vendes la experiencia. Sé que el concepto está un poco manoseado, pero si tu cocktail tiene un ADN hay que contarle la historia al consumidor. Cuando digo cardamomo y pimienta, la persona quizás no los conoce, pero si logra detectarlos y entender el cocktail, más allá de que le guste o no, estamos haciéndolo participar. Y si se identifica le va a gustar más lo que está probando.
Constancia. No hay que dejar de estudiar para poder manejar muy bien las técnicas y saber los sabores. Hay que tratar de estar siempre en la vanguardia, entendiendo lo que se incorpora a nivel mundial. Es como una moda: ahora todos en Europa están volviendo a lo clásico y limpio, no manoseado, mientras que nosotros estamos en el momento de la mega presentación.
Hay que entender el mercado y saber a qué viene la gente a tu bar. Si tu bar hace pisco sour, tienes que hacer el mejor. Si eres bueno, se van a dar cuenta de que hay un trabajo, y te van a dar la posibilidad de seguir más adelante. Esto se lo digo más a la gente de regiones, donde los bares y los clientes están menos evolucionados, porque un bartender necesita mucho de la inspiración. Y si el cliente no lo sigue, se frustra. La realidad del mercado es que nosotros estamos avanzando más rápido que el consumidor.