Seguro pensarás: “otra aburrida cata de burbujas para despedir el año y darle la bienvenida al otro”. O quizás que justo nos dejamos caer con una nota de vinos espumosos y veraniegos para justificar algún bikini. ¡Vade retro, Satana! Nada de eso. Aquí tienes una selección exquisita de espumantes chilenos para abrir el año, pero también para darle continuidad hasta que el otoño nos eche a patadas. ¿Por qué estos microestímulos tienen que ser exclusivos del año nuevo, del verano, del calor, si todo eso es apenas un estreno, una mirada de reojo? Con esta cata no sólo podrás tener a mano exquisitos espumantes chilenos, sino que también podrás presumir con tus amigos de algunos datos tontos –pero divertidos– como, por ejemplo, el número de vueltas que hay que darle al bozal –el canastillo metálico que sostiene el corcho– para abrir tu espumante, o cuáles son los tipos de espumosos más relevantes del mundo. ¿Alguna idea? La uno: son 6. Siempre. Ni uno más, ni uno menos. Y la dos: champaña, cava, prosecco, crèmant, sekt. Estamos por empezar. Ready, Eddie?
TXT: Daniel Greve

Caballo loco
Grand Cru
Blanc de noirs
Valle del Bío Bío
Ya lo sabes: que diga blanc de noirs quiere decir que es un espumante blanco hecho con cepas tintas, en este caso, pinot noir. Y en este vaso, lo que tenemos en frente (en realidad en copa, pero rimaba) es un vino espumante complejo, delicioso, muy gastronómico. Es vinoso, amplio y a la vez fresco, con burbujas finas y persistentes, lo que rebasa carácter. Al aperitivo o con los postres. Todos los escenarios son posibles.

Azur
Brut
Método tradicional
Valle del Limarí
Es más pálido que tú y tiene ese mismo frescor y mineralidad. ¡Limarí!, gritarán tus grillos internos [grandes bebedores, seguro]. Y sí. Es el Limarí. De suelos calcáreos, que regalan vinos chispeantes, vivos, frescos, ligeros. Todo eso y más. Delicado, fino, para tus ostras favoritas, para un tiradito de corvina o para todo ese cebiche que imaginas con la pesca del día. ¿Coctelería? Ve por Gemma, su versátil hermano menor. Aquí mejor seguir serio.

Miguel Torres
Cordillera
Blanc de noir brut
Valle de Curicó
Cómo se nota el oficio. Cómo se nota que la bodega tiene su ADN en una zona tan propicia para el espumante como lo es el Penedés catalán. Aquí hay registros del cava –no sabemos por qué, ya que se hace con pinot noir, no con xarel.lo, macabeo o parellada– pero está. Hay un rastro que nos deja cierta nostalgia. Fruta blanca compleja, rica, llenadora, estructurada y de rica acidez. Que sea la bienbebida de todo lo que hagas.

Casa Silva
Fervor
Del Lago Ranco
Extra Brut
El viñedo de Futrono ve nacer este espumante fresco, chispeante, elaborado bajo la mirada sabia del enólogo Mario Geisse, famoso por hacer también los más reputados espumantes de Brasil. Geisse aquí nos entrega acidez, elegancia, filo. Complejidad, sí, pero en armonía. Nada de bizcocho o galleta desatada. Aquí hay algo de levaduras, pero más un trazo mineral y de fruta blanca que nos grita: ¿qué haces ahí parado? ¡Trae las ostras!

Concha y Toro
Casillero del Diablo
Devil`s
Valle Central
Son pocas las bodegas que logran hacer volumen y, a la vez, mantener cierto nivel de calidad y estándar. Concha y Toro –más precisamente con esta línea diabla– es una de ellas. Aquí hay un sencillo charmat que cumple con lo que promete: fruta nítida y limpia, sencilla, rica, fresca y versátil. Muy bueno para acompañar postres con fruta de estación, y excelente también para formar parte de la más diversa coctelería. ¿Te suena Spritz?

Undurraga
Supreme
Extra Brut
Valle de Leyda
Como siempre, este Undurraga nos entrega una espuma bestial. Muchas burbujas, furiosas, enérgicas, hiperrevolucionadas. Y como también es costumbre –al ser método tradicional– nos hace sentir toda esa levadura, todo ese bizcocho, al primer contacto. También hay una boca sabrosa, llena de fruta, en la que el pinot predomina por sobre el chardonnay. Una ensalada con centolla no suena mal. ¡Unos locos mayo! Mejor.

Emiliana
Organic Sparkling
Método Tradicional Brut
Valle de CasaBlanca
Cuando lo descorches podrá sonar un estruendo. Y sabrás que ya comenzó la fiesta. De los pocos espumantes orgánicos disponibles en nuestro mercado, aquí tienes un ejemplar fácil de beber, aunque con un batallón carbónico de aquellos. Sus miles de burbujas pinchan como agujas. Su fruta blanca te recordará al durazno blanquillo. Y también que sobre la mesa tienes un festín marino sublime. ¿Cuántas almejas con salsa verde cuentas?

Mujer Andina
Ai! Brut
Valle del Bío Bío
¡Ai! Que me gusta. ¡Ai! Que me encanta, dice su contraetiqueta. Coqueta. Y tiene por qué. Aunque es su versión más sencilla –charmat– y no la más compleja y fina –champenoise–, esta colección perlada de la bodega deja claro de dónde viene: fruta fresca, sin ser cítrica, con alegres, finas y abundantes burbujas. Más versátil imposible: anda bien con ensaladas, con antipastos –berenjenas grilladas hasta tomates rellenos– y en coctelería. ¡Bien ahí, Ai!

Casas del Bosque
BO Champenoise
Valle de CasaBlancao
Yin y yang. Chu y mu. Hay algo de polos opuestos, de exquisita contradicción, de relieves polarizados en este tremendo vino. Está esa marcada nota de bizcocho, que recuerda al pan tostado, a la bollería, lo que resulta opuesta a una boca con tanto filo, acidez y nervio. Ese choque entre lo seco y lo cítrico, con lo tostado y fermentado. Ya lo hemos dicho: una cruza entre elegancia y brutalidad. Bruschettas, tapas. Antipastos y piqueos. Ahora, ya.

P.S García
Método Tradicional
Nature
Una sobria etiqueta te da sobrios datos. Que es un espumante seco, hecho con el método champenoise. Nada más. Ni idea del origen de las uvas, ni de cuáles son. Aún así, sabemos que detrás está la mano siempre firme de Felipe García, pieza clave en MOVI, y que seguramente hay pinot noir en la mezcla, ya que la firmeza de su boca así lo revela. Un espumante poderoso y fresco, expresivo, sabroso, que llena la boca. Carpaccio, venid.

Montes
Sparkling Angel
Método Tradicional
Brut D.O Zapallar
Un gran anfitrión. Cuando piensas que necesitas un espumante serio, apegado a la cátedra, perfecto para abrir un aperitivo a capella y, al mismo tiempo, para cerrar una gran velada, posiblemente ya estás pensando en este Sparkling Angel de Montes. Tiene una acidez redondita, justa, mezclada con la complejidad del bizcocho. Todo abrazado por la fiesta de sus finas burbujas. Ostras, almejas, ensaladas capresse. O todas las anteriores.