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Después del auge de los cafés fríos -los llamados Cold Brew o Cold Coffe- con sistemas de extracción hechos con paciencia y resucitando antiguos métodos de infusión, la tendencia hoy va por inyectarle burbujas al café. Casi como una cerveza. ¿Lo mejor de dos mundos?
En gastronomía, el conocimiento nunca es un punto final. Lo mismo pasa con el café: aparecen nuevos métodos de proceso, descubrimientos para lograr una mejor infusión [cualquiera sea la preparación] o maneras de tomarlo. Siempre debuta algo que vuelve a abrir el mundo de las posibilidades que tiene este grano. ¿Entonces? Ahora es el turno de los cafés con burbujas. ¿Tanto así? Sí, claro que sí. Y se llama nitro coffee. El nombre lo indica todo. Es un café frío sometido a una inyección de nitrógeno [no líquido] para lograr una bebida increíblemente fresca y adictiva. Se sirve como un schop, pero el uso de nitrógeno en lugar de CO2 hace que se vea tremendamente cool: espuma densa, microburbujas y esa cascada que hace eco a la Guinness servida en draft. Y tampoco está muy lejos serlo, ya que por sabor algo recuerda a una stout. Es como un café frío, pero más dulce, cremoso y fresco. Otro dato a considerar: al tener nitrógeno en su composición supone una absorción de la cafeína más acelerada. ¿Dónde? Café Forastero [Ricardo Cumming 54, Santiago]. Ojo, que también se puede hacer de manera casera. Sólo basta un sifón con carga. ¿Y el coffee stout? Dicen que no se puede hacer cerveza con café. Que, al tratarse de alcohol con un alcaloide, está prohibido. Pero, en rigor, sería lo mismo que un espumoso con bebida energética. Teorías fuera, lo cierto es que esta receta aparece/desaparece en ferias cerveceras, y ya son dos las microcervecerías que han experimentado con ella. Primero, Kross, que en privado hizo un batch de no más de 60 botellas a través de una infusión directa con el grano y, después, también en la maduración. Puntuó, también en privado, 4,70 puntos en la Guía de la Cerveza. Hoy, con una receta distinta, está disponible esporádicamente servida con nitrógeno– en el KrossBar [Dardignac 127, Providencia]. En su brewpub [Balmaceda 20226, Talagante], Szot también ofrece lo suyo. Aunque fiel a su estilo, con una vuelta de tuerca: adición de vainas de vainilla después de un mes de maduración de su stout en una barrica de roble americano. El café se sumó a la fiesta un mes y medio después de eso, vía cold brewing. Una receta muy redonda, fácil de tomar y con recuerdos a vainilla y almendras tanto en nariz como en boca. ¿Con qué mundo nos quedamos?